¿ Que es la conciencia ?
En términos de psicología y neurociencia, la conciencia es la capacidad de ser conscientes de nosotros mismos y de lo que percibimos. Es la facultad que nos permite tener un sentido del yo, ejercer nuestra voluntad y tomar decisiones. Esta capacidad se asocia con la actividad cerebral y el intelecto. Desde una perspectiva espiritual, la conciencia es vista como una inteligencia del ser, una esencia o espíritu con la capacidad de expandirse y evolucionar.
La conciencia es una condición inherente a todos los seres vivos, que les permite tomar decisiones para preservarse o prosperar. Existen diferentes niveles de conciencia, y es normal que transitemos entre ellos a lo largo de nuestra vida, combinando características de un nivel con las de otro.
Primer nivel conciencia 3D
El primer nivel de conciencia es el más básico, centrado en el yo material. Aquí predominan los instintos de supervivencia, y todos experimentamos este nivel en algún momento de nuestras vidas. Es en este estado donde nos dejamos llevar por nuestras emociones, conectadas con las partes más primitivas del cerebro, conocidas como el cerebro reptiliano. Este nivel está relacionado con el ego y el apego a las satisfacciones materiales. Se le llama también conciencia 3D, ya que percibimos la vida a través de los cinco sentidos, enfocados en las satisfacciones materiales inmediatas. Este nivel suele generar problemas de autocontrol, con el miedo como emoción dominante, desencadenando sentimientos de enojo, ansiedad, preocupación, desconfianza, hostilidad y egoísmo.
Segundo Nivel: Despertar de la Conciencia 4D
El segundo nivel marca el despertar de la conciencia, donde comenzamos a comprender más allá de nuestra individualidad y a valorar nuestras relaciones con el entorno, los seres vivos y el planeta. Este nivel, conocido como conciencia 4D, nos hace más conscientes del impacto que podemos tener en los demás, promoviendo valores como la ética, la empatía, la compasión y la solidaridad. El cerebro ya no opera únicamente desde el cerebro reptiliano, sino que involucra al neocórtex, donde apreciamos más el arte, la justicia y la equidad, adoptando el bienestar colectivo como un ideal superior. En este nivel, comenzamos a tomar el control de nuestras vidas, a clarificar nuestros propósitos de vida, y a evitar las trampas del ego, gestionando nuestros miedos de manera más efectiva.
Tercer nivel: conciencia espiritual 5D
El tercer nivel, también llamado conciencia 5D, tiene un enfoque espiritual que trasciende los conceptos de la ciencia. Aquí comprendemos y aceptamos que tenemos una conexión vibracional profunda con el entorno. Nos damos cuenta de que nuestro cuerpo físico es solo un vehículo para vivir experiencias, pero nuestra esencia es eterna. En este nivel, las sincronicidades se vuelven evidentes y entendemos que nuestros pensamientos tienen una influencia cuántica en la realidad. La intuición se convierte en una guía importante, y los cinco sentidos son reconocidos como limitaciones para percibir la verdadera realidad.
Cuarto nivel: unión con la Conciencia universal 6D
El cuarto nivel, conocido como conciencia 6D, es alcanzado por aquellas personas que comprenden y mantienen una conexión profunda con la conciencia universal de manera prolongada y voluntaria. Estas personas logran una paz interior y un desapego absoluto del cuerpo y la mente, comprendiendo que son solo instrumentos para experimentar el plano físico. En este nivel, la vida es entendida sin miedos, frustraciones ni tristezas, y no se causa daño a otros. La intuición se convierte en la principal guía en la vida.
Quinto nivel: conciencia crística 7D
El quinto nivel, o conciencia 7D, representa un estado en el que las personas han alcanzado un nivel de conciencia que trasciende las limitaciones físicas. Estas personas tienen la capacidad de desprenderse de su cuerpo físico para fusionarse con la conciencia universal. Se cree que este nivel no se alcanza en una sola vida, sino que requiere varias encarnaciones para lograrlo, aunque algunas doctrinas sugieren que es posible en una sola vida, como en el caso de Jesús o Siddhartha, quienes alcanzaron la conciencia crística.
La elevación de la conciencia puede llevar años o incluso vidas, con avances y retrocesos, pero su finalidad es alcanzar la felicidad y la libertad absolutas.









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